El incremento
de los viajes y la incorporaci�n de nuevos medios de
comunicaci�n hace que el Centro Navarro de Rosario-
preocupado por el aprendizaje, recuperaci�n, difusi�n
y estudio de las danzas de toda la Comunidad Foral-
solicite al Gobierno de Navarra ayuda en este aspecto.
Y as� nacen los Programas destinados a todos los Centros
Navarros de Argentina. Llegan profesores que capacitan
a los j�venes integrantes, impartiendo cursos de m�sica
y danzas. Bajo la Direcci�n General de Nora Delia
G�mez de Iturrat,
el actual Conjunto de J�venes participa en diversas
manifestaciones culturales, festivas o folkl�ricas que
se realizan. La singularidad y riqueza de Navarra junto
a su diversidad geogr�fica la hacen merecedora de un
riqu�simo folklore que el Conjunto de dantzaris del
Centro Navarro de Rosario recoge, contando con danzas
en las cuales se aprecian toda esta riqueza y variedad;
interpretando danzas desde los Pirineos a la Ribera; religiosas
o populares (bailadas por el pueblo en cualquier manifestaci�n
festiva). Todas ellas acompa�adas con sus respectivos
trajes y m�sica. Compuesto por tres grupos: menores,
intermedios y j�venes. Pero si del Conjunto de
Bailes hablamos, no debemos olvidar a Ester S�nchez
ni a Juan Carlos Narvarte, que tuvieron a su cargo la
direcci�n de los mismos. Un recuerdo especial merecen
los txistularis Ferm�n Sanchotena, navarro, de Errazu.
�Sancho� para todos los que tuvimos la suerte entra�able
de aprender con �l las primeras danzas. Raymundo Le�n,
tudelano, disc�pulo de aqu�l, hoy vuelto a su Patria.
Jos� Narvarte y su acorde�n, Francisco Iribarren Napal
y su bombo; a quien le sucedi� Arturo Fern�ndez. Santiago
Mar�n y el ritmo de su redoblante. Narvarte, Iribarren
y Mar�n son hoy un recuerdo imborrable. Muchos han colaborado
y lo hacen a�n, todos fueron o son una parte importante
del Centro Navarro; como Don Teodoro Lezaeta �el abuelo�
para todos los dantzaris, dotado de una paciencia infinita;
se ocupaba de la utiler�a con esmero, m�s a�n: con amor.
Tan perdurable es su recuerdo que en el sal�n de las
Pe�as, su foto -bebiendo de la bota- es todo un s�mbolo.
Pedro Hern�ndez fue tambi�n utilero, merecedor por igual,
de la gratitud del Centro.
Carmita Batle
durante un largo per�odo, fue directora general de
los dantzaris.
Elvira Sobr�n de Cos�o fue durante muchos a�os un aporte
incuestionable a la hora de aprender y ense�ar las nuevas
danzas que se iban incorporando. Chicas y se�oras j�venes
brindaron su apoyo en la tarea de ense�ar a los peque�os;
la mayor�a ex- dantzaris que volcaron su experiencia
con los txikis.
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